El sábado por 13 euros cogí un autobús ida/vuelta de Dublín a Waterford. Waterford es… y con perdón de los waterfordienses, pero es bastante poquita cosa. Te dicen que es el pueblo más antiguo de Irlanda y que lo formaron los vikingos allá cuando los años tenían únicamente 3 cifras, y que fue la primera población de la isla; que luego vinieron los normandos y agrandaron las murallas, de las que quedan cuatro piedras, dos torres que se caen y una torre al lado de la ría, que la han remodelado y se puede visitar por 7 “leuros”.
Otra cosa que se sienten muy orgullosos son sus dos catedrales, una anglicana y otra católica; pero en el fondo son dos parroquias un poco grandes. Lo más de Waterford son las famosas figuritas cristal que se colocan sobre tapetes bordados en casas de señoras de alta edad (un poco horteras), tienen un “edificio cubo” de color negro donde hay una tienda museo con las figuritas, vasos, copas, jarras… los cristales son como las de Murano pero sin colores (o sea como los Swarovski), curiosamente yo en Murano no compré cristales sino una máscara de carnaval; y el museo Swarovski que hay en Innsbruck (Austria) no lo visite, me fui a las montanas. Murano es una isla en la laguna de Venecia, se llega fácil con el vaporeto; y aunque sea diminuta tiene mucho más encanto que Waterford (es mi opinión).
Una calle llena de tiendas, un edificio moderno precioso que hace de biblioteca y es que ahora es moda por los “arquitectos chupi” proyectar (como dicen ellos) bibliotecas; calles que suben hacia zonas más residenciales (porque Waterford esta en cuesta), niños malagueños comiendo en el Subway, familias que se van de compras; el parque de la people y poco más porque haciendo honor a su nombre se puso a llover y tuvimos que refugiarnos.
Aneldota: Buscábamos un lugar donde pernoctar cuando yo divisé a lo lejos un B&B en la esquina de la calle, fue de pura casualidad porque el cartel estaba súper desgastado. Entramos, a pesar de lo poco iluminado distinguimos a dos ancianos hablando en la barra, ellos siguen a su rollo así que examinamos un poco el local, no había nadie, olía bastante regular, decorado con animales disecados y la moqueta llevaba ahí sin limpiar desde que llegaron los vikingos a Waterford. Al final se percatan de nuestra presencia, y hablando con la señora nos indica que le sigamos para ver una de las habitaciones que tiene, le seguimos, la anciana viste un vestido negro antiguo y se cubre con un mantón, solo le faltaba un farolillo para yo sentirme como en la casa de Drácula (que por cierto es una novela Irlandesa). Después de recorrer un pasillo súper estrecho, un comedor asqueroso con el suelo enmoquetado (y mohoso) abombado, y subiendo unas escaleras que chirrían llegamos a la habitación, y… más de lo mismo una cama de la época de los normandos, una sillas carcomidas, un zorro y un baño al que había que entrar de canto de lo estrecho que era.
¿Cuánto?
70 euros noche
¿Cómooorg?
Yo, bastante iluso le pregunto a mi acompañante que le parece, no dice nada y me dice que decida; vuelvo a echar una ojeada y con muy poco tacto le digo a la momia que era muy caro y que nos recomendase otro lugar. Me contesto un poco mal y nos fuimos a un hostal. Una lástima porque era muy creepy y me hubiese encantado quedarme pero era pastiche.
1 comentario:
Subiré fotos en cuanto pueda
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