Roma, sí Roma one more time, y esta fue la 7ª vez. Pero Roma es una ciudad que no te cansas de ver, aunque veas las rocas del foro romano sin tener mucha idea de si ese arco es el de Constantino o el de Tito, o la columna de focas es esa que se ve o es la roca de la derecha... y esa roca es el templo de Remo. Además como ahora encima hay que pagar para entrar a verlo uno se queda sin saber que significado tienen las piedras que ve desde la terraza de la plaza de Romulo y Remo, no se si ese es el nombre.
De todas formas, y a pesar de ser un viaje prácticamente exclusivo para asistir a la beatificación de Juan Pablo II el grande, hubo tiempo de visitar incluso las catacumbas de San Calixto, esas que estan más bien lejos, salen autobuses desde la basílica de San Juan de Letrán.
De modo que otra cosa que te queda por ver son las heladerias (gelaterie) a continuación nombro tres o "cuacho" heladerias que merecen la pena:
Justo al lado del Panteón de Agripa se encuentra la Gelateria della Palma, merece la pena porque hay una centena de sabores distintos.
En una de las calles que sale de la Piazza Navona esta una heladería que se llama Quito (o algo parecido) la diferencia que marca son las cantidades... asombrosas.
Entre San Andreas de la Valle donde se celebran las misas del UNIV y el Piazza Navona esta una heladeria de la que desconozco el nombre pero te echan chocolate caliente sobre el helado que solidifica formando una costra chocolateada sobre tu helado.
Pero la verdad es que cualquiera de los gelati italiani merece la pena y siempre en cucurucho
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