martes, 5 de abril de 2011

Oxford


Sí, sí, Oxford es una ciudad, que nadie se confunda. Yo esperaba ver un pueblito inglés con una catedral gótica y 2 o 3 college también góticos, y resulta que me encuentro una ciudad tan o más grande que Cork, un poquito menos que mi Pamplona natal.
Oxford es una ciudad maravillosa, era el típico domingo de primavera, igual el primero de la temporada porque esa noche adelantamos los relojes, yo me entere al despertarme al poner las noticias de la BeeBeeCee, y corriendo para abajo un poco asustado pensando que me iba a quedar sin desayuno. 
Lucía el sol, sí he dicho sol, que en Inglaterra no llueve tanto, y ahora con el cambio climático cada vez  menos. A Oxford llegué en autobús desde Hillingdon… ¿y eso qué es? Un pueblo que esta al noroeste de Londres y a algo más de media hora de Uxbridge, yo tarde algo más porque me perdí, anduve durante casi 2 horas entre unifamiliares inglesas, pase por seis fish & chips y 2 cementerios hasta que llegue a la estación de metro de Hillington, sí llega el metro, además la Piccadelly line; ¿por qué no fui en Tube? Porque me gusta andar. En Hillington cogí el autobús Oxford Tube por 14 libras (- 1 libra por carnE de estudiante), pero hay varios de estos autobuses lanzadera o shuttle bus, casi todos salen de Victoria station en Westmister.
Oxford merece la pena verlo; es algo más barato que Londres en los servicios (no me refiero a los toilettes) porque el tema turístico es carillo, te cuesta casi 2 pounds visitar cada college, y 7 libras por que un señor con peluca y culotte te enseñe uno de los castillos más antiguos de Inglaterra. Los parques universitarios son una maravilla, llenos de gente tomando el sol, jugando a cricket, haciendo footing o dando de comer a los cisnes, y es que la fauna de los parques ingleses es increíble, entre ardillas, patos y otras ave, yo en Liverpool he visto hasta zorros (en masculino) en España es algo impensable, tu dejas a 4 chavales españoles y un balón en un parque y acaban con todas las palomas en menos de 2 horas. 
Hay mucho inglés de libro, de esos de chaqueta de tweed, sombreo y bastón, muy posh, y también mucha iglesia gracias al que ahora es beato Cardenal Newman. Es una ciudad muy bonita, de ambiente universitario en un escenario medieval, podría ser la Salamanca inglesa.

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