CRUX PERFECTIONEM SANCTITATIS

El título no tiene nada que ver, es un punto de T. Kempis; y esta entrada tampoco tiene nada que ver con el tema del blog, pero es genial. Mi compañero de habitación, un brasileño con pasaporte italiano, lleva poniendome esta canción que dice que es Pazzesca, o esquizofrénica, pero que a mi me encanta, y llevamos semanas escuchandola. ¡Disfruta la fruta!

Oxford

Sí, sí, Oxford es una ciudad, que nadie se confunda. Yo esperaba ver un pueblito inglés con una catedral gótica y 2 o 3 college también góticos, y resulta que me encuentro una ciudad tan o más grande que Cork, un poquito menos que mi Pamplona natal.

Oxford es una ciudad maravillosa, era el típico domingo de primavera, igual el primero de la temporada porque esa noche adelantamos los relojes, yo me entere al despertarme al poner las noticias de la BeeBeeCee, y corriendo para abajo un poco asustado pensando que me iba a quedar sin desayuno. 

Lucía el sol, sí he dicho sol, que en Inglaterra no llueve tanto, y ahora con el cambio climático cada vez  menos. A Oxford llegué en autobús desde Hillingdon… ¿y eso qué es? Un pueblo que esta al noroeste de Londres y a algo más de media hora de Uxbridge, yo tarde algo más porque me perdí, anduve durante casi 2 horas entre unifamiliares inglesas, pase por seis fish & chips y 2 cementerios hasta que llegue a la estación de metro de Hillington, sí llega el metro, además la Piccadelly line; ¿por qué no fui en Tube? Porque me gusta andar. En Hillington cogí el autobús Oxford Tube por 14 libras (- 1 libra por carnE de estudiante), pero hay varios de estos autobuses lanzadera o shuttle bus, casi todos salen de Victoria station en Westmister.

Oxford merece la pena verlo; es algo más barato que Londres en los servicios (no me refiero a los toilettes) porque el tema turístico es carillo, te cuesta casi 2 pounds visitar cada college, y 7 libras por que un señor con peluca y culotte te enseñe uno de los castillos más antiguos de Inglaterra. Los parques universitarios son una maravilla, llenos de gente tomando el sol, jugando a cricket, haciendo footing o dando de comer a los cisnes, y es que la fauna de los parques ingleses es increíble, entre ardillas, patos y otras ave, yo en Liverpool he visto hasta zorros (en masculino) en España es algo impensable, tu dejas a 4 chavales españoles y un balón en un parque y acaban con todas las palomas en menos de 2 horas. 

Hay mucho inglés de libro, de esos de chaqueta de tweed, sombreo y bastón, muy posh, y también mucha iglesia gracias al que ahora es beato Cardenal Newman. Es una ciudad muy bonita, de ambiente universitario en un escenario medieval, podría ser la Salamanca inglesa.

Una de Beatles

Al igual que pasa en Dublín con U2, lo mismo sucede en Liverpool con The Beatles, pero multiplicado por 6, y en menor medida esta euforia por el cuarteto se extiende también en Londres, pero me parece que hay más cosas que ver sobre Harry Potter que sobre los Beatles en esa ciudad.
Por lo que yo ví, 2: Abbey Road y una casa en la que vivio John Lenon unos años.

Abbey Road Studios

Fans de los Beatles imitando lo que es ya un Icono Pop.

 
 Liverpool

Ese soy yo en la casa natal de John Lenon, el 251 de Menlove Avenue Liverpool

Beatlemanía

Singing London

Mi último día en Gran Bretaña, puesto que esta tarde cruzare en avión el mar de Irlanda de vuelta a Dublín.

Han sido unos días geniales en Uxbridge y en Londres, de modo que ayer decidí despedirme de la Londres paseando por la City puesto que el día anterior lo hice por Wensmister, y por el style que se respira por toda esa zona. Pase por Liverpool St, Smithfield Market, hasta la bonita catedral de San Pablo, en el camino me cruce con cientos de ejecutiv@s en las terrazas de los pubs que estaban de cañas, bueno de pintas.

St Paul, es una iglesia preciosa y la cúpula puede que sea incluso mejor que la que diseño Miguelangel para San Pedro del Vaticano que es la mas grande del planeta, pero que tiene un error de calculo y es tan solo admirable desde la lejanía; de todas formas San Pablo en mi opinión se queda en un edificio un poco frío para ser un tempo, y recuerda al masónico capitolio de Washington.

Es una zona muy bonita y tranquila, justo al lado han construido un edificio moderno que alberga un centro comercial, me acerque a verlo y descubrí que en la planta baja había un escenario y bastante gente bebiendo cava y Martini rojo, se trataba de un acto de promoción del nuevo musical de Londres, no Betty blue eyes la historia de un cerdo robótico de ojos azules, sino de Glee la serie de televisión; y es que Londres puedes ver un montón de musicales, desde el Rey León hasta The phanton of the Opera. Nos invitaron a una copa de Martini y pizza mientras se subían al escenario 5 yanquis llenos de clichés:

Una chica negra atlética

Una chica asiática roquera

Un homosexual con pajarita

Una chica blanca histriónica

Un chico blanco en plan guaperas

Cantaron precisamente 2 canciones de otros musicales como:

Somebody to Love de Queen y Defying Gravity del único musical que he visto en Londres Wicked (mira que casualidad).

Aplaudimos y cuando dejaron de pasar bandejas de pizza para pasar el cepillo me esfume.

Good bye London. Has been a pleasure